Un espectacular vídeo de animación encabeza una campaña contra la amnistía subvencionada por UE y EEUU
“No queremos que, con nuestros impuestos, se incluyan como candidatos a responsales de violaciones de derechos humanos“. La campaña reclama a Bruselas y Washington que, puestos a intervenir en los designios de Afganistán, “presionen al Gobierno afgano para que se suspenda la ley de aministía” que hizo borrón y cuenta nueva para importantes jefes de las diferentes facciones.
Estados Unidos y de la Unión Europea están haciendo un enorme esfuerzo por financiar la infraestructura institucional afgana. “El 80% del presupuesto de cooperación de la UE para Asia está destinado a Afganistán. Y de ese dinero, casi la totalidad está asignado a ‘programas de gobernabilidad’”, nos cuenta Ana Suárez, del colectivo asturiano Milenta Muyeres, una de las impulsoras de la campaña.
Sin embargo, ese esfuerzo presupuestario va en paralelo con una estrategia política que pasa por integrar en las instituciones a antiguos criminales de guerra y señores feudales. Para Suárez, esta combinación de presupuestos y amnistía “es una forma fina de meterles el dinero en el bolsillo a los delincuentes, una forma de potenciar un gobierno de criminales para ver si con el tiempo la cosa se estabiliza. Pero esas personas no pueden representar a nadie”.
Le preguntamos a Ana Suárez si no cree que integrar a los ex jefes de milicias enfrentadas en un proceso institucional no es una manera de evitar males mayores o enquistamientos infinitos. Nos responde que “cada pueblo tiene derecho a reivindicar su justicia, a honrar y reivindicar sus víctimas”. Garzón sale en la conversación inevitablemente, convertido ya en símbolo de toda acción contra la impunidad.
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